- Solo el 4% de los padres entienden la terminología utilizada por sus hij@s (menores de edad) en las redes sociales.
- El 48% de los padres no están con sus hij@s de entre 4 y 12 años cuando utilizan Internet.
- Un 75% de los padres no revisa el contenido que visitan sus hij@s de entre 4 y 12 años en Internet.
- El 74% de los niñ@s entre 10 y 12 años accede a las redes sociales desde una cuenta propia, es decir sin la supervisión de un adulto.
Internet en esa apertura total a la información y a la comunicación, está siendo un soporte importantísimo para las distintas formas de violencia: ciberacoso, pornografía infantil, bulling, violencia de género...
En el caso concreto de la violencia de género, ésta se transforma, se retroalimenta y muta en algo mucho más peligroso, dando lugar a un maltrato que adquiere infinidad de formas diferentes:
- Publicación y difusión de fotos íntimas y privadas de menores
- Ridiculización
- Fiscalización y control por parte de las parejas mediante el whatsap, tuenti, facebook...Se dan casos de control de mensajes en el teléfono móvil, a quién llama, con quién se relaciona en la red, cuáles son las personas que tiene agregadas como amigos en Facebook, controlar en qué paginas se mete, etc.
- Maltrato psicológico y anulación de la personalidad de la chica.
- Riesgo de contacto con pederastas.
- Acoso sexual por parte de desconocidos a través de Tuenti o Facebook
- Inmunidad de los agresores en la red
- Muchas de las menores normalizan este tipo de maltrato, aunque les produce un gran daño moral.
La solución no es prohibir estas nuevas
herramientas tecnológicas, que son una puerta de acceso al mundo y a la
comunicación, se trata de enseñar un buen uso de ellas y de preservar la
seguridad del o de la menor. Por eso es importante que tanto las familias como los centros supervisemos y eduquemos en nuevas tecnologías.
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